El Congreso de Colombia se prepara para una nueva y crucial votación. Efraín Cepeda, presidente del Senado, ha confirmado que se está evaluando la fecha para someter a votación la nueva consulta popular propuesta por el gobierno de Gustavo Petro. Esta decisión llega en un momento de alta tensión política, ya que se superpone con la concertación de la reforma laboral, un proyecto que ha generado amplios debates y resistencias. Cepeda ha sido enfático en que la votación se realizará dentro de los 20 días que establece la ley, lo que significa que antes del 7 de junio habrá una definición sobre este espinoso asunto.
El líder del Legislativo ha expresado su desacuerdo con la consulta popular, argumentando que no la ve conveniente en el contexto actual de negociaciones sobre la reforma laboral. La Cámara de Representantes se encuentra inmersa en discusiones fundamentales para el futuro del empleo en el país. El presidente del Senado ha instado a la Comisión VII a agilizar el estudio de la reforma laboral, cuya ponencia será radicada en breve. Se espera que, incluso, el proyecto pueda ser aprobado en su tercer debate a principios de la próxima semana, lo que generaría un choque de prioridades entre la consulta y la reforma.
La nueva consulta popular del Gobierno, presentada el pasado lunes 19 de mayo tras una derrota en el Senado, incluye no solo las 12 preguntas iniciales sobre la reforma laboral, sino también cuatro interrogantes adicionales relacionados con el sector salud. Esta ampliación responde a la percepción del Ejecutivo de que la reforma de la salud también podría ser negada en la Comisión VII del Senado. Sin embargo, persisten dudas jurídicas sobre la validez de la firma del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la solicitud al Senado, dado que el presidente Petro se encontraba de viaje.
La situación plantea un dilema para el Gobierno, que busca avanzar en sus reformas a través de la consulta popular, mientras el Congreso presiona por el camino legislativo para la reforma laboral. Cepeda ha sido claro al afirmar que «si sale una reforma laboral, no se necesita una reforma populista que vale 800.000 millones de pesos, que no conduce a nada y todos sabemos que no se va a lograr el umbral de los 13’600.000 votos». La pulseada entre el Ejecutivo y el Legislativo promete un desenlace que impactará directamente el futuro de las políticas públicas en Colombia.