El impulso a la infraestructura vial tomó fuerza en el Valle del Cauca con los proyectos 5G, que desde este año arrancaron ejecución para mejorar las conexiones, dinamizar la economía y abrir caminos hacia el desarrollo. La gobernación departamental reafirma su compromiso: esas obras, llamadas de “quinta generación”, son una apuesta colectiva — financiadas también por los propios vallecaucanos — que busca transformar la movilidad, el comercio y la vida cotidiana en la región.
Los proyectos 5G del Valle abarcan corredores clave como el tramo Cali-Palmira y el corredor Buga–Buenaventura. Para ellos se consiguió el cierre financiero, lo que permitió dar luz verde a la construcción. En cifras, hablamos de inversiones que suman varios billones de pesos, un esfuerzo conjunto para dignificar las vías del sur occidente colombiano.
El avance no es solo en papeles: recientemente, autoridades y representantes de la concesión presentaron que el corredor Accesos Cali-Palmira registra un avance cercano al 43 % y Buga–Buenaventura ya supera el 12 % de ejecución. Esto significa que decenas de kilómetros de doble calzada, túneles, mejoramiento vial y rehabilitación ya están en marcha, lo que en corto y mediano plazo beneficiará a millones de vallecaucanos, especialmente quienes viven en municipios alejados o requieren vías seguras para movilizarse.
Más allá de infraestructura, estos proyectos generan empleo. Se estima que solo la construcción del corredor Buga–Buenaventura creará más de 6.000 empleos entre directos e indirectos, un respiro para familias que necesitan oportunidades laborales. Para quienes viven en zonas rurales o pequeñas comunidades, estas obras representan la posibilidad de movilidad, acceso a mercados, mejores condiciones de vida y nuevas posibilidades económicas.









