El Instituto Nacional de Salud tiene una cifra de 242 personas lesionadas por pólvora, lo que representa un aumento del 10,25 % en comparación con el 2017 cuando por la misma fecha se registraban 219 víctimas.
Este año, el mayor número de lesionados son mayores de edad con 134 casos, lo que es un aumento del 25,2 % pues para el 2017 los mayores de edad eran 107. Mientras tanto, la cifra de menores de edad disminuyó aunque el número sigue siendo preocupante, se pasó de 112 menores a 108, es decir, cuatro casos menos.
En el 90,1 % de los casos fueron quemaduras, mientras en 66,1 % laceraciones. Y en más de la mitad de los casos, el 52,9 %, la víctima era la que estaba manipulando el artefacto, mientras en el 32,6 %, el lesionado terminó siendo un observador.
Los artefactos que terminaron haciendo daño, según el Instituto, fueron principalmente los totes en el 23,1 % de los casos, seguidos por los voladores en 12,8 %, los volcanes en 6,2 %, los cohetes con 5,8 %, las luces de bengala con el 5,4 % y otros no identificados estuvieron en el 46,7 % de los casos.
Quindío, también señala, es el departamento en el que más aumentaron los lesionados en un 600 %, Atlántico le sigue en un 528,6 % y César con un 116,7 %comprando con las cifras de 2017. En cambio Bogotá lidera las zonas en las que bajaron los casos con un 62,5 %, pasando de 24 a 9 casos, le sigue Caldas con 50 %, Cauca con 48 % y Antioquia con 4,5 %.
