Un acuerdo técnico entre el gobierno departamental y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca reforzar la seguridad vial en todo el Valle del Cauca, con la meta de reducir drásticamente la mortalidad causada por accidentes de tránsito. Es una apuesta clara por proteger vidas en carreteras urbanas y rurales.
La firma del convenio marcó un nuevo comienzo para la gobernación: el plan incluye estrategias de reducción de velocidad, controles efectivos, campañas educativas y enfoque especial en actores viales vulnerables como motociclistas, ciclistas y peatones. La idea es cambiar la historia de tragedias en las vías del departamento.
Históricamente, los siniestros viales han sido una de las causas principales de mortalidad juvenil en Colombia. En el Valle del Cauca, solo en 2024 se registraron más de 700 muertes por accidentes de tránsito, una cifra alarmante que motivó la urgencia de esta alianza. El Esta nueva apuesta pretende aplicar medidas contundentes: mejoramiento de señalización, controles de velocidad, operativos focalizados y políticas preventivas en movilidad.
Según las autoridades, el enfoque del acuerdo no es únicamente reactivo. También busca cambiar comportamientos y promover una cultura vial consciente, especialmente en zonas rurales y municipios con alto índice de accidentalidad. Una de las apuestas más fuertes es la intervención en corredores críticos, donde la vulnerabilidad de peatones y motociclistas ha mostrado ser grave. Expertos de la OPS y funcionarios de movilidad departamental señalaron que se promoverán campañas constantes de sensibilización, educación vial en colegios y comunidades, para que la seguridad deje de ser asunto de unos pocos y sea responsabilidad colectiva.
Otro componente del plan contempla la asistencia integral: atención inmediata en emergencias, fortalecimiento de los servicios de salud, y acompañamiento a víctimas y familias afectadas. La secretaria departamental de Salud destacó la cooperación técnica con la OPS como “una intervención decidida por la vida”, que prioriza salvar existencias humanas sobre estadísticas.
Para muchas comunidades del Valle, este convenio representa una luz de esperanza. Vecinos, conductores, ciclistas y peatones coinciden en que es urgente un cambio real. “No podemos seguir contando cadáveres en las vías”, comentó un habitante de un municipio cercano a Cali, que añadió que espera ver campañas permanentes, controles serios y respeto por las normas de tránsito. Si las acciones se aplican con constancia, se podría reducir significativamente el número de víctimas en 2026.
El reto ahora es que este acuerdo no quede en el papel. Se necesita ejecución efectiva, vigilancia ciudadana, recursos para infraestructura vial, y sobre todo —conciencia colectiva. El Valle del Cauca tiene hoy una oportunidad histórica de cambiar su historia de circulación: de dolor, pérdidas y tragedias, a movilidad segura, respeto por la vida y esperanza para miles de familias.
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