Tras la decisión gubernamental de desplegar fuerzas militares para reforzar la seguridad ciudadana en medio de las protestas ciudadanas en el país, la Misión de Naciones Unidas en Colombia y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han insistido en priorizar el diálogo.
El Representante especial del Secretario General de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, aseguró es evidente el llamado que hace la ciudadanía tras un mes de manifestaciones y los hechos de violencia en ciudades como Cali “evidencian la necesidad de fortalecer el diálogo como instrumento fundamental para resolver los conflictos”.
Con una carta, Massieu hizo un llamado “a todos los actores a prevenir y eliminar la violencia y hacer todo lo posible para disminuir las tensiones y evitar su escalamiento”. A su vez aseguró que Naciones Unidas facilitará y apoyará todo camino de solución pacífica y de concertación en medio de las manifestaciones.
Por su parte, la CIDH reiteró que el Estado colombiano tiene como obligación internacional garantizar la seguridad interna y que el uso de fuerzas armadas “en tareas de seguridad debe ser extraordinaria, subordinada, complementaria, regulada y fiscalizada”.
La CIDH también insiste en que todos los Estados deben “respetar, proteger, facilitar y promover el derecho a la protesta social, y que todo uso legítimo de la fuerza debe observar principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad”.
A los llamados también se sumaron los 17 embajadores de la Unión Europea en Colombia resaltando su respaldo al diálogo «y la negociación como la única vía para una salida sostenible a la crisis. Invitamos a las partes a aprovechar la reunión de mañana para alcanzar los consensos necesarios».
